(Reg. 66) Referencias al castillo de Calanda en el Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850). |
€[€] conservando las ruinas de un antiguo edificio llamado el Castillo, de mucha solidez y estensión, que fué destruido en el año 1838, y que antes habitaba el administrador de la encomienda de Calatrava, á cuya orden pasó esta villa después de la estincion de los Templarios; en este edificio existian grandes graneros y bodegas para la conservación de los frutos que formaban las pingües rentas que antiguamente cobraba dicha encomienda [€] Pocos recuerdos han llegado hasta nosotros de lo que fue esta villa en las épocas de los godos y árabes, aunque de presumir es el importante papel que representara cuando fue elegida por caballeros de la encomienda mayor de Alcañiz en la órden de Calatrava, ejerciendo jurisdicción en los 11 pueblos que la constituian, inclusa en aquel número la espresada ciudad de Alcañiz, á cuyos alcalde y jurados tomaba la jura. De hechos mas conocidos por nosotros, fué teatro en épocas recientes...Conociendo el baron de Herves lo difícil que le era defender la plaza de Morella, con la gente que componia su guarnicion, de los ataques del gobernador de Tortosa, don Manuel Breton, la evacuó en la noche del 9 de diciembre de 1833, seguido de 1.200 hombres, con los cuales se encaminó á Calanda. Enterado de este paso el coronel Linares, jefe de una de las columnas nacionales que recorrian el pais, dispuso marchar en su persecución y atacarle, seguro de vencerlo a pesar de su inferioridad numérica. Se dirigió á Calanda, cortando de este modo la retirada á Herves, y le obligó á combatir. Principió la accion con el mayor ardor por una y otra parte, pero apoderadas las tropas de Linares de la ermita de Santa Bárbara, se dirigieron 200 hombres en columna cerrada á la entrada del pueblo sin que les contuvieran las descargas de los carlistas, que resistieron tenazmente por espacio de ¾ de hora antes de ceder el puesto á sus adversarios: abandonadas las defensas, se retiraron sin órden ni concierto, diseminados en pequeños grupos para evitar un segundo ataque: tuvo lugar esta accion al dia siguiente de haber evacuado Herves á Morella. Entre tanto la guerra civil estubo reducida en el bajo Aragon á pequeñas partidas. Calanda resistió heroicamente los ataques de los carlistas, harto frecuentes en verdad, porque les interesaba mucho hacerse con esta poblacion para que morasen en ellas mas cómodamente sus familias: pero cuando aquellas se convirtieron en gruesas divisiones, la villa no podia resistir, acogiéndose los comprometidos, su milicia nacional y la guarnicion, al fuerte ó castillo, desde el cual repelieron varias veces los pertinaces ataques de sus contrarios. Estos que ansiaban, como dicho se ha, la posesion de Calanda, volvieron á ella á mediados de abril de 1838, en crecido número y con 9 piezas de artillería. No sucumbieron sin resistir sus heroicos defensores, su bravura fue igual á la obstinación y medios de ataque de los sitiadores y se rindieron cuando ya era imposible la defensa de un monton de ruinas á que quedó reducido el castillo, quedando prisioneros de guerra una corta fuerza del provincial de Burgos y 70 ú 80 milicianos. Poco tiempo duró su costosa conquista á los carlistas, pues que habiendo dispuesto el general en gefe de los ejércitos reunidos, duque de la Victoria, en 29 de octubre de 1839, situarse en la línea de Calanda á Camarillas, el conde de Belascoain se adelantó con un escuadron y una compañía de tiradores de caballeria á reconocer el canton de Calanda, donde debia pernoctar; se apoderó de él y consiguió alcanzar la retaguardia carlista mandada por Bosque, causándola algunos muertos y 10 prisioneros.€ |
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