(Reg. 19) Heraldo de Aragón, nº 6.208 (8 de septiembre de 1913), pp. 2-3.

€La Alcañizana€, de los señores Durán y Fosas.

€La mayoría de las fábricas de aceites finos de esta ciudad están en obra y reforma de molinos.

Pero teníamos interés particularísimo por ver una fábrica importante, aun en el ajetreo en que ahora están y a €La Alcañizana€ nos dirigimos, seguros, según nuestro cicerone, de hallar elementos de fabricación novísimos que no se encuentran en otras casas.

De ésta son propietarios los señores Durán y Fosas, de Barcelona, que se han propuesto montar aquí una fábrica de primera, con edificación ad hoc y con arreglo a sus gustos, refinados como el aceite, de confort, aseo e higiene, que todo esto hemos podido apreciar en los detalles de la casa.

Se instaló la fabricación que nos ocupa, hace cuatro años nada más y sucesivamente, campaña tras campaña, se ha ido introduciendo mejoras conforme lo demandaba la anchura que adquiría el negocio progresivo con notorios éxitos industriales, tanto por la excelentísima calidad de la producción como por las demandas de los mercados.

Los albañiles, herreros y carpinteros trabajan activamente dando holgura a la primitiva fabricación; los canteros preparan su obra para los molinos; los mecánicos Hermanos Navarro disponen también lo suyo, y todo se desarrolla activamente para el día de la inauguración de la temporada de la oliva.

En la próxima campaña, la fábrica de los señores Durán y Fosas constará de tres cilindros acoplados que puedan dar un producto tan excepcional como dos o tres fábricas juntas, a razón de 13 sacos por minuto o sea 130 decalitros. Tres molinos serán del nuevo sistema de los Navarro y un juego de rollos de 1’70 de diámetro acoplados, harán el repaso de la tarea.

Vimos un magnífico €buffet de bombas€, como no hay otro en Alcañiz, que alimenta un acumulador de carga, el cual lleva o mueve por mejor decir, cinco prensas hidráulicas, trabajando a 500 atmósferas; acumulador y prensas son de la casa Valls Hermanos de Barcelona; y ésta es la primera instalación de su género hecha en esta región.

Para poner en movimiento estos aparatos, tienen los señores Durán y Fosas una turbina de 30 caballos sistema Francis de Planas y Flaquer, llevando adherido a la misma un regulador de velocidades automático. Una dinamo surte de luz a la fábrica.

Pero no es todo.

Decíamos al principio que los propietarios perseguían una instalación irreprochable en donde la inteligencia, el buen gusto y el capital se revelaran en todo su esplendor. Y así será. Para el caso de estiajes y carencia absoluta de agua, muy pronto se colocará un motor a gas pobre de 40 caballos de fuerza con su correspondiente gasómetro y accesorios.

Completan la fábrica un amplísimo almacén de aceites con trujales y depósitos para 140.000 kilos de líquido suntuoso u oleario.

Estos trujales son una maravilla de limpieza, como hemos podido apreciar y se cierran con tape automático, exclusivo hoy de la casa, en donde se opera un cierre hermético. Si sobreviniese una inundación como la registrada no ha mucho, el agua no podría penetrar en estos depósitos tan bien entendidos.

Las clases de la producción que se obtendrá con tales elementos superará si cabe a los inmejorables de otras campañas, acreditadas, afamadas mundialmente, solicitadas en el extranjero, en Barcelona y en poblaciones importantes de España.

En el año anterior se exportaron 15.000 bocoyes de aceite, por cuyo dato se puede juzgar de la importancia de la casa de Durán y Fosas, que ahora se transforma notablemente, adquiriendo como es natural suponer, mayor preponderancia.

Se simplificarán los trabajos mucho merced a los adelantos que se implantan.

Y sobre todo, conviene recordar y repetir que los cuidados de aseo e higiene son tan cumplidos que no hay forma de poner tacha en ningún detalle o servicio.

Muy interesante es la industria aceitera de la ciudad, sin rival en el mundo, pues no hay en parte alguna aceites superiores a los que salen de Alcañiz, centro de operaciones olearias del famoso Bajo Aragón; desde la campaña próxima, €La Alcañizana€ será un centro fabril de los mejores de su clase.

Representa a los señores Durán y Fosa, el acreditado comerciante don Ciriaco Sancho, persona de la confianza de los propietarios, muy celoso en el desempeño de su cometido a cuya amabilidad debemos gratitud y reconocimiento.€

[Este artículo se acompaña con una fotografía en la que puede verse la fachada del edificio, que muestra la misma imagen que en la actualidad. En el programa de las fiestas patronales de Alcañiz de 1988 se adjunto una edición facsímil del periódico del Heraldo de Aragón en el que se publicó este artículo.]
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