(Reg. 13) Referencia del padre Faci al 'Misterio de Aguaviva' (1739-1750, 1ª parte del tomo 1º, pp. 15-17).

SSmo. MYSTERIO DEL LUGAR DE AGUAVIVA. Año 1475. en 23. de Junio.

Què liberal es la poderosa mano de Dios con N. Reyno de Aragon! pues aviendose mostrado tan singular en los siglos passados con muchos prodigios para consuelo de los fieles en los casos yà referidos, quiso como echar el resto en el lugar de Aguaviva, donde el dia 23. de Junio de 1475. (vispera del Corpus, y de . Juan Bautista) sucediò este nuevo favor, que comienzo a referir.

El Vicario de Aguaviva (bien conocido por su dicha) llamado Mossen Bartholomè Sanz, hombre Santo, consagrò una Hostia grande para reservarla, y llevar al dia siguiente en la Processión del SS. Sacramento en su dia Sacratissimo, y depositòla con tres Formas pequeñas en una Arquilla de plata, donde tenian reservado el Viatico: y aunque por la noche no quedò en la Iglesia, otra luz, que la de las lamparas; con todo esso, à las diez horas de la noche se encendiò tan grande fuego en ella que todo el Pueblo no pudo apagarlo: en breve tiempo estuvo hecho aquel Santo Templo, una calera, y convertido en ceniza el Texado, Coro, Altares, Retablos, Campanas, Cruces, Calices, la Arquilla del SS. Sacramento (y para dezirlo en una palabra) quanto avia en la Iglesia, quedando sus paredes, casi consumidas del fuego, y afeadas por el humo.

Quedò aquel Pueblo tan triste, como puede el catholico pensar, en fatalidad tan grande: apagado el fuego, comenzò el Vicario à buscar junto al Altar Mayor, si avia quedado algo sin abrasarse, fiando de Dios N. Señor el consuelo, que èl, y sus feligreses necessitavan en tan lastimoso sucesso: Limpiò la Ara, y hallò una Cruz pequeña de plata, en la qual avia una particula del Lignum Crucis, à quien no se atreviò el fuego, antes lo veneró, como à quien tantas vezes obedeciò. De este hallazgo precioso infiriò el V. Cura, la esperanza de hallar el SS. Sacramento illesso del incendio, pues llamas, que fueron corteses con la Santa Cruz, mejor lo serian con su Dueño Divino: buscò a aquel Dios Sacramentado Viernes, Sabado, y Domingo, y Lunes víspera de los Ss. Apostoles S. Pedro, y S. Pablo; pero no hallando cosa alguna, mandò a un muchacho (que se llamava Bartholomè Manero) que tenia consigo, que quedasse à la puerta de la Iglesia, y no dexasse en ella persona alguna, hasta que no bolviesse, mientras se llegava à su casa à vèr al Vicario de la Villa de Ginebrosa, (llamado Mossen Bartholomè Olmella) que avia venido à consolar à los de Aguaviva, y vèr aquel estrago del Templo.

Estando assi ausente de la Iglesia el Vicario, entraron tres Varones venerables por la puerta de la Iglesia; el niño quiso resistirles la entrada, diziendo: que su Amo le avia mandado, no dexasse entrar à persona alguna en la Iglesia; pero como caminaron al Altar mayor, fue tras ellos, y llegando alli, le parecieron tan hermosos, blancos, y resplandecientes, que turbado, corriò luego à dàr aviso à los Vicarios, diciendoles; lo q avia visto: caminaron ellos luego azia la Iglesia, y no hallaron à los hombres, que el niño dixo, pero sì, sobre la Ara del Altar mayor, la Hostia grande doblada por la una parte, con que recogia las tres formas pequeñas; las unas, y las otras bueltas en color de carne, y sangre.

Creen los de Aguaviva, que aquellos tres Varones fueron los Apòstoles S. Pedro, y S. Pablo, y el Glorioso S. Lorenzo Martyr, Patron de aquella Iglesia con Sta. Barbara Virgen y Martir, ò algunos Angeles embiados del Cielo, para que se descubriesse el SS. Sacramento, que los Vicarios no hallavan; uno, y otro es creible: no quedaron las Sagradas Formas mucho tiempo, con color de carne, y sangre; antes bien, bolviendo à su propio color, estuvieron tan blancas, enteras, y se han conservado, y se conservan hasta el dia de oy, tan perfectas, como el mismo dia que se consagraron. O Inmensidad de Dios! ò Grandeza infinita de su misericordia, y poder!

Muestrase este SS. Mysterio al Pueblo en unos Corporales muy preciosos, y venerados, como Reliquia venida del Cielo, y nunca vista hasta la invencion felicíssima del SS. Sacramento en el Altar (como se ha dicho) los quales son bordados de oro, à la manera de una grande Hijuela, con esta divina letra en Lengua Eleemosina, en cada una de las quatro esquinas, que tiene (no se puede discernir, si son sin orillo, ò de que forma, en sola una pieza) Amor Mofay far; como si dixera: el amor immenso, que Dios tiene al hombre, fue causa, le diesse su Sagrado Cuerpo en el SS. Sacramento del Altar, y que hiziera esta maravilla en Aragón: y à mas de esso, que por el mismo amor, animando à los suyos, y confundiendo à los Idolatras, y Hereges obstinados, hiziesse tantas maravillas en el SS. Sacramento, y en esta Sagrada invencion, en el Lugar de Aguaviva.

De todo este sucesso se hizo informacion por comission del Señor Arzobispo de Zaragoza, y se autenticò el Milagro con Testigos, que se hallaron en Aguaviva en el tiempo del incendio; y aunque estos no hazen al caso para estos tiempos (en que se conserva el SS. Mysterio, como el dia, que se consagrò) pero importa mucho para saber el modo, con que el Señor lo conservò en el incendio, y lo manifestò à los fieles.

Han sido los milagros, que con la devocion de este SS. Mysterio se han visto, innumerables; de los quales refiere algunos La Nuza [Historia Eclesiastica de Aragón, t. I. lib. 5. c. 20. donde trae esta Historia. ] de quien he sacado estas noticias; y solo referirè una maravilla muy grande, que sucediò año 1509. 34. años después del sucesso referido, por el mes de Marzo.

Era devotissimo de este SS. Mysterio cierto Señor, hijo de este Reyno, descendiente del Rey D. Jayme el Conquistador, el qual deseò tenerle en sus tierras, y venerarlo en una Iglesia de sus dominios; y como era impossible alcanzar de los de Aguaviva, se lo diessen, ni todo, ni en parte; embiò a un Capellan suyo, para que con mucho secreto fuesse de noche à la Iglesia de Aguaviva, y se lo llevasse. Hizòlo assi (como se hazen otras cosas por dàr gusto à tales Señores) y con muy buena diligencia, veneracion, y respeto assiò del Relicario de plata, y oro, en que se guarda el SS. Mysterio, y huyò à gran priessa; pero recelandose lo que sucediò despues, ivalo reconociendo de quando en quando, y passando por Calanda (quando era yà de dia), viò, que estava consigo: caminava contentissimo, y avisando lo que traia (para que los del Lugar à donde iva, lo reciviessen con Procession, y como convenia), bolviò a mirarlo; y hallandose sin el SS. Sacramento, muy afligido, y triste, bolviò à avisar de lo que avia sucedido; y assi quedaron contentos los de Aguaviva, hallando al Señor, que avia buelto à su Iglesia, despues de algun tiempo, que le avian hallado falta, descerrajado el Tabernaculo, y abiertas las puertas de la Iglesia, de que se avian alterado mucho. De todo esto hizo informacion juridica Mossen Juan Royo, Vicario de Castellote, por comission de el Señor Arzobispo D. Alonso, en el mismo año.

El Vicario Mossen Juan Gil (que lo fue quarenta años de Aguaviva) y mostrò al Pueblo varias vezes el SS. Mysterio, afirmò (dize La Nuza en el lugar citado) en Relaciones M. S. que los accidentes siempre han perserverado blancos, como si aora huvieran consagrado. Dize más: que aquella cerradura de la parte de arriba, con que la Hostia mayor abraza las tres pequeñas, y las tiene como asidas, que se ha visto dos vezes abrirse; como si las Hostias fueran hojas de algun libro cerrado, y que por todas partes estàn blancas, como la nieve, y àzia dentro en los extremos, en dos, ò tres partes, con unas manchitas, como de color de sangre.

Es frequentado este SS. Mysterio de muchos Pueblos, y gentes, y lo han procurado visitar los Señores Arzobispos de Zaragoza, y otras personas principales de este Reyno de Aragon, y otros estrangeros, que han quedado devotissimos de este SS. Mysterio, alabando las maravillas de el Señor, que alli se contiene. Ay en esta Iglesia de Aguaviva una Cofadria cèlebre del SS. Mysterio (es de Sacerdotes, y celebran la Fiesta el dia 4. de Octubre) à quien con liberal mano enriquecieron de Indulgencias, los Summos Pontifices. Refieren à mas de La Nuza, esta historia el R. P. Fr. Thomàs Ramon, del Orden de Santo Domingo [Devocion del SS. Sacram. lib. 2. Milagro 35.] y el Doctissimo Dormer, que haze memoria [Disertacion del Martyrio de Sto. Domingo de Val en la Dedicat. al Excelmo. Señor Arzobispo Ibañez. Diest Thaes. Romae an. 1639. Antonio Ponz Maravillas del SS. Sacram. I. 1. c. 22. pag. (mihi) 155. Alonso Ribera Histor. sacrosanta del Sacramento trat. 8. 5. pag. (mihi) 91. col. 1. Bleda Libro de la Cofadria de la Minserva Milagro 224.] de tan singular favor.
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